¿Te han despedido porque la empresa ha cerrado?
Bajo este enunciado quiero tratar un tema que puede tener un indudable interés práctico.
Como todos sabemos (y algunos más que otros), en muchas ocasiones (muchísimas), las empresas, después de acarrear gravísimas pérdidas, y de hacernos muchos agujeros dinerarios, desaparecen, literalmente del mapa; es decir, cierran y el último que apague la luz, dejándonos en la ruina, en la más absoluta indiferencia.
el FOGASA asume parte de la deudas de las empresas que cierran
En estos casos los trabajadores, como tales, después de intentar cobrar a la empresa-sociedad (que no suele tener ni un duro) tienen la ventaja de que el FOGASA asume parte de su deuda, con ciertos límites (no pequeños), de forma tal que una indemnización que puede ser de 50.000 euros, se queda finalmente en 18.000 euros, y gracias.
Pues bien, para estos casos puede existir un remedio, no exento de dificultades, que es la reclamación a los Administradores Sociales.
El Administrador Social de la empresa tiene obligaciones
Administrador Social es el ejecutivo que llevaba la empresa, el que nos mandaba, para entendernos; y que tiene unas obligaciones mercantiles. Caso de incumplir con estas obligaciones (incumple, por ejemplo, si cierra por las bravas una empresa sin seguir los procedimientos legales), puede tener una responsabilidad personal.
Es decir, puede responder de las deudas con su patrimonio.
El Administrador de la empresa responde con su patrimonio
Para exigir esta responsabilidad hay que acudir al Juzgado de lo Civil. Y es preciso, claro está, que el Administrador a título personal tenga bienes para poder ir contra ellos.
Es decir, se exigen dos requisitos ineludibles:
- El administrador, por la vía de los hechos cierra la empresa, sin más, sin seguir un procedimiento concursal o liquidatorio
- El administrador ha de tener bienes de forma personal (una casa, por ejemplo)
Esta es una cantidad importante de dinero, que es tuya, y que te corresponde.
Muchos Abogados Laboralistas no conocen este tema, o no lo reclaman
En estos casos, en los que la empresa en la que trabajabas ha cerrado, es muy conveniente contar con la experiencia de un abogado laboralista. Para no perder un dinero, que por ley te corresponde.
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